El gobierno promete protección, pero la realidad es otra.


La Secretaría de Gobernación proclama su compromiso con la libertad de expresión, mientras México continúa siendo uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
En medio de un panorama sombrío, la Secretaría de Gobernación asegura que protegerá la libertad de expresión, pero la realidad sugiere otra cosa. México sigue ocupando los primeros lugares en violencia contra periodistas, con un historial de promesas incumplidas y una lentitud paralizante en las investigaciones. Aunque Rosa Icela Rodríguez proclamó que “no habrá impunidad” tras el asesinato del periodista Mauricio Solís en Michoacán, la ausencia de resultados en otros casos evidencia una preocupante falta de efectividad. La situación plantea serias dudas sobre la capacidad del gobierno para proteger a quienes arriesgan su vida por informar.