Valencia se siente sola: La visita real expone las carencias de ayuda en la crisis de inundaciones.
La visita de los monarcas Felipe y Letizia a Valencia, uno de los territorios más devastados por las lluvias, solo evidenció la desilusión y la falta de apoyo real que han vivido los damnificados. En lugar de alivio, los reyes encontraron una comunidad que los recibió con insultos y bolas de lodo, manifestando su repudio por la lentitud de las acciones de rescate y auxilio.
¿Por qué tanta falta de empatía hacia quienes lo han perdido todo? La visita real se percibió como un gesto vacío, alejado de las necesidades reales de una comunidad que clama por asistencia en limpieza, alimentos y recursos básicos. La respuesta de la policía, cargando contra los damnificados, añadió leña al fuego de una situación ya de por sí explosiva.
Esta tragedia ha dejado en evidencia la fragilidad de la respuesta estatal ante una emergencia de gran magnitud. En lugar de soluciones, los valencianos recibieron una visita protocolaria que en nada cambió su difícil situación. Este es un llamado urgente para que el gobierno y la monarquía dejen de lado las apariencias y tomen medidas reales para aliviar el dolor de quienes están enfrentando la peor de las crisis.